Director Espiritual

D. Javier Martínez Naranjo Director Espiritual

VIVIR LA CUARESMA

Queridos hermanos, paz y bien.

Aprovecho gustoso la ocasión que me brinda vuestro boletín para presentarme y ponerme a disposición de todos los hermanos para todo aquello que os haga falta.

Hemos empezado hace unos meses una nueva andadura en nuestra Parroquia, cargada de ilusiones renovadas y de nuevos proyectos que espero que con la ayuda de todos puedan hacerse realidad. Para ello cuento con la colaboración y apoyo de todas las piedras vivas de la Parroquia, y la hermandad de Nuestro Padre Jesús de Nazaret y María Santísima del Amor es una piedra importante dentro de nuestro barrio de Pino Montano.

Comenzamos una nueva Cuaresma y en el fuero interno de todo cofrade se produce esa sensación de excitación ante algo importante que ya se acerca, ese trasiego de actividades y preparativos para la semana del año que todos esperamos con anhelo. Pero es importante que sepamos vivir con sosiego y provecho este tiempo que antecede a la Semana Santa y que sirve de preparación y pórtico para los acontecimientos salvíficos que vamos a celebrar.

La Cuaresma es un tiempo de gracia, es un camino de cuarenta jornadas en el que los cristianos transitamos siguiendo las huellas de Jesús de Nazaret, que nos irá conduciendo primero a Jerusalén, pasando por el cenáculo y el huerto de los olivos, el calvario y terminará nuestro camino en la noche santa de la Resurrección. Es un tiempo especialmente favorable para la conversión y el crecimiento de cada uno de nosotros. Conversión de todas aquellas cosas que nos alejan del amor de Dios y del amor a nuestros hermanos. Crecimiento en el conocimiento y la vivencia de Jesucristo en nuestras vidas. Y para que ese encuentro con Jesús sea pleno y eficaz, yo os invito a participar con más ímpetu y frecuencia de las eucaristías, del sacramento de la reconciliación y de los retiros que nuestra parroquia nos ofrece.

Soy plenamente consciente que la Cuaresma es un tiempo en las hermandades de múltiples actividades y tareas, donde el calendario corre más deprisa que el resto del año y donde faltan horas al día para poder realizar todas las actividades que tenemos programadas. Pero esta ajetreada agenda no puede impedirnos que vivamos esta Cuaresma con intensidad, dándole contenido y espiritualidad a nuestras labores para no caer en un activismo desenfrenado y poco provechoso.

Os animo a vivir esta Cuaresma con fuerza, participando activamente en nuestros cultos, preparando no sólo nuestros enseres materiales, sino también nuestras vidas. Dejándonos seducir por Cristo, siguiendo sus huellas, escuchando y alimentándonos de su Palabra y practicando la caridad con todos nuestros hermanos.

Que Nuestro Padre Jesús de Nazaret y su Bendita Madre del Amor sean siempre el centro de nuestras vidas y os bendigan a vosotros y vuestras familias.

Que seáis muy felices.

Javier Martínez Naranjo, Pbro.